Mi viaje en Transiberiano: Rusia, Mongolia y China


Vídeo: Transiberiano 2009 por Lluis Jané (sí, ese con pelo largo soy yo).

En el artículo previo Tren Transiberiano: La guía completa a tu viaje, ya comenté toda la información útil para planificar tu viaje. Este es el artículo dónde voy a contar mi viaje y mis impresiones.

Ruta: Trans-Mongoliano (Moscú-Pekín) parando en Irkutsk y Ulan-Bator.

Objetivo: Conseguir llegar a Pekín en 23 días antes de la salida del avión de regreso.

Moscú

Primeras impresiones

La primera impresión que me llevo al llegar a Moscú es como el dinero puede podrirlo todo…

Lejos queda ya la fallida promesa del anterior régimen de igualdad para todos, dando paso al capitalismo más brutal donde la miseria convive con el lujo extremo.

Me sorprendo viendo como enormes coches de alta gama se disponen de una especie de luz (como si de policía secreta se tratara) y eso parece darles el derecho a saltarse cualquier norma de tráfico, o la noticia que leí hace poco de la última tendencia entre los ricos de Rusia: Utilizar los taxi-ambulancia (inglés) para evitar atascos mientras disfrutas de caviar.

La otra cosa que me impresiona, especialmente viniendo de un país relativamente machista, es que las mujeres parecen ocupar casi todo el mercado laboral no militar. Es la primer vez que veo mujeres conduciendo autobuses o encargandose de la seguridad en el metro. Hablando con gente sobre el tema, me doy cuenta que hay una opinión bastante generalizada sobre los hombres Rusos: Muy buenos para divertirse pero poco confiables en el trabajo.

Finalmente, para ser considerada la ciudad más cara del mundo, no nos es muy difícil encontrar multitud de lugares asequibles para el bolsillo de un viajero de presupuesto limitado como el mio.

Moscu Plaza RojaPlaza Roja en Moscú

Visitando Moscú

La primera cosa que hacemos en Moscú es preguntar en el hostal si nos poden ayudar a comprar los billetes para ir a Irkutsk. Efectivamente no hay ningún problema.

Un rato más tarde nos informan que los billetes de tercera clase se han agotado así que toca comprar segunda clase y obviamente pagar un poco más. Uno de los problemas de improvisar…

La verdad es que mi visita relámpago a una ciudad más que conocida, no tiene ni el más mínimo interés. Seguro que en la red puedes encontrar alguien que viva ahí y te cuente historias increíbles.

Aquí puedes encontrar multitud de artículos sobre Moscú y otras zonas de Rusia

Así que tres días después de llegar a Moscú empieza el viaje de verdad, la travesía transiberiana.

Moscú-Irkutsk

Mucha gente se va a preguntar ¿Qué diablos haces para no morir de aburrimiento en un tren por casi cuatro días?

Nuestras actividades diarias consisten en quedarse embobado mirando el paisaje, jugar a cartas o algún juego de mesa, mirar el tablón de paradas diarias, leer un poquito, beber con algún ruso o una de mi preferidas la excursión al vagón restaurante.

La «excursión» normalmente nos lleva más de una hora, no es que sea difícil cruzar los seis o siete vagones que nos separan, simplemente es inevitable encontrar a alguien interesado en conversar un poco o ofrecerte un poco de vodka, como un militar de unos 18 años que nos enseña vídeos de desfiles militares y nos comenta orgulloso cuan poderoso es el ejercito Ruso. Todo eso sin hablar una palabra de inglés. Bendito sea el universal lenguaje de las señas.

Tren TransiberianoEn algún lugar en medio de Siberia

Las paradas largas son también una de mis actividades predilectas, una ocasión perfecta para bajar del tren a estirar las piernas y buscar a otra gente con cara de no saber donde está. Durante este trayecto conocemos muchos otros extranjeros, con los que intercambiamos impresiones, hablamos de la ruta de cada uno y como no, nos lamentamos de cuanto echamos de menos una buena ducha.

Habiendo cruzado los Urales y adentrado en Asia a través de media Siberia, finalmente llegamos a nuestro destino, Irkutsk. La verdad es que los más de tres días en el tren se me han pasado volando y no he tenido el tiempo ni de acabar de leerme uno de los tres pesados libros que llevo en la maleta.

Solo queda despedirse de los que han sido nuestros compañeros de travesía: la simpática provonista, un químico de unos 50 años que va a un meeting y una madre soltera con su hijo que regresan a casa por vacaciones.

visitar IrkutskUna casa de madera en Irkutsk

Irkutsk y el lago Baikal

Aunque había oído hablar de Irkutsk como una ciudad horrible, a mi me parece una ciudad digna de una visita, con un agradable paseo bordeando el río y con barrios característicos formados de casitas de madera de diferentes colores que me recuerdan un poco al lejano oeste. Pero sin lugar a dudas, el interés principal de Irkutsk radica en tomarse el tiempo para asearse y descansar antes de ir al lago Baikal.

El Baikal es un lugar de impresionante belleza. Rodeado de montañas, se extiende un enorme lago que bien parece un mar. Entorno a el lago, un sin fin de pueblecitos ideales, invitan a hacer una excursión o relajarse unos días comiendo pescado. El tiempo aprieta así que decidimos hacer una excursión a orillas del lago.

Aunque para mis estándares de sureño el día está un poco fresco para bañarse, no puedo contener mis ganas de nadar en la mayor reserva de agua dulce del planeta. En mi mente me convenzo que no puede ser peor que bañarse en el Lago Ness en busca de un monstruo que si ha existido esta completamente congelado en el fondo. Al final me meto dentro… frío horrendo… nado un poco… salgo corriendo… pienso, podría haber sido peor. Unos metros más allá unos rusos disfrutan de su baño en tan caluroso día, riéndose de este débil sureño.

Lago BaikalLago Baikal

Aseados y descansados después de tres días en el agradable ambiente que brinda Siberia continuamos nuestro particular viaje al este (¿oeste?, bueno en este caso al sur).

Irkutsk -Ulan Bator

La noche ya hace un buen rato que ha invadido la estación de tren de Irkutsk pero el enorme reloj aún marca las cinco de la tarde (hora de Moscú). Subimos al tren y caigo en un sueño profundo de inmediato.

Tren Transiberiano IrkutskEstación de Irkutsk: Tren destino a Ulan Bator

Me despierto relativamente temprano y miro al exterior: el paisaje está cambiando lentamente y cada vez es más árido. miro los nuevos pasajeros que se han subido en el tren y por primera vez tengo la sensación de estar en Asia. Muy pronto llegamos a Ulan-Ude, la última ciudad importante antes de llegar a la frontera con Mongolia.

Me bajo del tren y me fijo el cambio radical en la fisonomía de la gente: la mayoría ahora tienen rasgos asiáticos. En ese momento pienso en que es una lástima que no tengamos el tiempo de visitar esta ciudad, seguramente un interesante lugar de encuentro entre la cultura asiática y europea.

Lo peor de este tramo del viaje llega luego en la frontera, más de cuatro horas parados en una estación en medio de la nada sin poder subir al tren y con un sol abrasador.

Nota: Si dispones de tiempo mucha gente dice de parar en Ulan Ude e ir hasta la frontera en tren local o autobús y cruzarla caminado, es más económico y te vas a ahorrar la tortura de esperar a que el tren sea completamente revisado por la policía de aduanas rusa y mongola.

Cuando cruzamos finalmente la frontera mongola, ya es de noche… que maldita pérdida de tiempo!… dormimos… y nos levantamos en la capital mongola, Ulan Bator.

Mongolia Transberiano

Ulan Bator y sus alrededores

Aunque en Ulan Bator hay algunas atracciones turísticas, la ciudad no nos parece para nada atrayente así que vamos directos al hostal Golden Gobi que sabemos que organizan tours. En cuestión de pocas horas y por un precio más que razonable, estamos subidos en una miniban con conductor y traductora, camino a las inacabables llanuras de Mongolia.

Camino a la interminable estepa

Rápidamente dejamos la capital detrás para adentrarnos en el altiplano mongol, la “autopista” poco a poco se va volviendo más precaria y empezamos a encontrar los primeros tramos en obras (donde parece que nadie trabaja en ellos) y que obligan a desviarse a caminos improvisados de tierra.

Creo que al ritmo que van nunca van a acabar la red de carreteras. Realmente da la impresión que la climatología es más rápida en destruir de los mongoles son capaces de construir.

Cuando ya parece que no hay más civilización, en el horizonte aparece una caseta blanca donde hacemos una parada técnica. El diminuto edificio con dos mesas contadas al que no se si llamar restaurante nos deleita con una famosa hamburguesa de yak.

Proseguimos el camino y horas más tarde, con el culo ya hecho mierda gracias al excelente estado de las carreteras, llegamos a nuestro primer destino, el desierto de Elsen Tasarkhai (Элсэн тасархай, también llamado Minigobi). Es en ese momento cuando empiezo a darme cuenta de que quizá no va a ser el estúpido tour que me temía…

Elsen TasarkhaiCamellos en Elsen Tasarkhai (minigobi)

¿Cómo encontrar un sitio para pasar la noche en medio de la estepa?

La solución es fácil… preguntar.

Si preguntar pero ¿A quién?

Obvia respuesta… algún nómada andará por la zona, ¿no?.

Dicho y hecho, el conductor empieza a acercarse a los Gers (las tiendas típicas de los nómadas mongoles) dispersos de forma aparentemente aleatoria y preguntar si ofrecen alojamiento.

Media hora más tarde encontramos un familia dispuesta a hospedarnos, nos instalamos y enseguida llega alguien de no se sabe muy bien donde con camellos preparado para un paseo por el minigobi. Sorprendentemente aún nadie nos ha intentado vender nada.

La noche llega lentamente al altiplano Mongol con lo que la temperatura cae dramáticamente y nuestros hospedadores amablemente nos ofrecen la cena al lado de una estufa de leña. Durante la cena podemos probar algunas especialidades locales como el queso de yak, asqueroso según mi gusto, y el famoso alcohol mongol hecho de leche de Yak fermentada, no mucho mejor, pero a falta de cerveza, todo vale.

Guest House MongoliaNuestro primer alojamiento en Mongolia

Mejor no ir al baño

Algunas tazas de alcohol mongol después, llega el momento de que ir al baño es inevitable. Graso error, creo que nunca antes había visto algo peor… Bueno, para serte sincero en China e India los he visto de peores pero simplemente por una cuestión de uso.

Casi muerto del hedor decido que esta va a ser la primera y última vez. A partir de ahora voy a seguir el consejo de los chicos con los que estuvimos hablando en el hostal: “No uses los baños a no ser que quieras morir de asfixia, simplemente te alejas un poquito detrás de una colina y que la madre naturaleza haga el resto”.

Yo también quiero un nombre en mongol

La mañana siguiente me levanto super temprano no porque no quiera dormir sino porque el fuego se ha apagado y hace un frío horrendo, en ese momento pienso en que estúpido he sido de no traerme ropa de abrigo.

Después del nutritivo desayuno mongol, retomamos la marcha. Muy pronto el conductor (al que decidimos llamar Kaput por su afición a la palabra) empieza a tomar confianza, con lo que decide darnos apodos en mongol, de esta forma pasamos a ser barbudo, calvito, pelo paja y mentón de cabra o eso entiendo.

El día trascurre rápido entre masaje de trasero, ocasionalmente de cabeza, picnic en el parado (ver foto), nieve en pleno agosto y paisajes maravillosos. Al atardecer finalmente llegamos al valle de Orkhon (Орхоны хөндийн), dónde disfrutamos de un fantástico anochecer y la compañía de otra amable familia.

Excursion MongoliaPreparando nuestro picnic en algún lugar de Mongolia

¿Quién quiere ducharse?

Al día siguiente antes de empezar nuestra visita a caballo, visto que hay un río relativamente cerca, decido probar de asearme un poco. Sin embargo, con la suma de frío matutino (unos diez grados) más agua helada proveniente del deshielo, hacen que solamente consiga quedarme con las manos y la cara completamente rojas. Nada tocará esperar a regresar a Ulan Bator donde la gente del hostal nos ha prometido una maravillosa ducha antes de tomar el tren, ingenuo de mi.

Valle de OrkhonValle de Orkhon al amanecer: Lugar donde pretendo hacerme un baño

Durante la mañana disfrutamos de un fantástico paseo por el valle montados en caballos mongoles, famosos por su reducido tamaño pero poseedores de una fuerza y velocidad que ya quisieran muchos pura sangre. Sin prisa pero sin pausa retomamos nuestro camino.

Jiao zi o Бууза

A la noche llegamos a nuestra última destinación, el monasterio de Erdene Zuu (Эрдэнэ Зуу хийд), uno de los templos budistas más famosos y antiguos de Mongolia. Esta vez toca dormir en un campamento turístico compuesto de falsos gers. Dado que hoy no hay familia hospedándonos, nos toca cocinar a nosotros. Mungu (la traductora y guía) nos ha prometido enseñarnos a cocinar empanadillas mongolas (Buuz, Бууза), que al final resultan ser como los jiaozi chinos (饺子) pero con mucha más carne (ver foto).

Empanadillas MongolasEmpanadillas mongolas, bueno o lo que queda de ellas (teníamos tanta hambre que se nos olvidó sacar la foto antes)

Regreso a Ulan Bator

Después de la visita al inacabable monasterio volvemos a Ulan Bator y nos despedimos emotivamente de Mungu y Kaput, antes de volver al hostal donde nos espera nuestra deseada ducha.

Enciendo la ducha.. Joder! el agua esta helada! Pregunto a la gente del hostal… no puede ser…

El agua caliente en Ulan Bator es centralizada y somos tan afortunados que hace tres días que no funciona. Malditos! Habrán decidido hacer reparaciones ahora que el clima es tan caluroso (unos 15-20 grados). Bueno que remedio, no hay mucho tiempo para congelarse debajo la ducha, tendré que esperar a Beijing…

Monasterio Erden ZuuMonasterio Erden Zuu

Ulan Bator – Erenhot

Aunque hay trenes directos de Ulan Bator a Beijing no hay todos los días, y como suele pasar, el día que quieres tomar el tren no hay. Sin embargo, en estas tierras eso no es ningún problema especialmente cuando parte del negocio lo hacen los chinos. La solución: Tomar un tren hasta la frontera y al otro lado (Erenhot) un autobús de “lujo” nos llevará hasta Beijing.

Nos despertamos cerca de la frontera en un paisaje que se ha vuelto semi desértico y muy pronto abandonamos Mongolia saludados por los soldados fronterizos (puedes ver la foto en este post).

Ciudad Prohibida Beijing

Erenhot – Beijing

Primera lección de cultura China

Ya fuera del tren y en territorio Chino, una “amable” y gritona chica nos espera para llevarnos al autobús de “lujo” hasta Beijing.

No tardamos en darnos cuenta que si queremos tomar ese autobús que nos han prometido nos tendremos que esperar varias horas (es otra forma de decir en chino, que no va haber autobús, de hecho nunca ha habido), pero nos ofrecen irnos ahora mismo en una fantástica y confortable minivan, embutidos con al menos ocho personas más.

Como es de esperar unos cuantos de los presentes se enojan, cometiendo el típico error de occidental prepotente, perder los nervios. Empiezan a discutir con la chica, claramente enojados, diciendo que ellos han pagado por un autobús y no quieren tomar la minivan de mierda. La reacción de la chica como el 99.99% de los chinos es ponerse aún más y más testaruda diciendo que eso es lo que hay y que si quieren pueden esperar el autobús que no se sabe cuando llegará (nunca).

La verdad no sé como acaba la historia, ya que nosotros no dudamos en tomar rápidamente el primer minivan con lugar y así evitar que eventualmente se agoten las plazas, pero no me extrañaría que siguieran ahí esperando el autobús.

Lección: Nunca pierdas los nervios con los chinos, no sirve de nada, sólo vas activar su mecanismo anti perder la cara. Con paciencia y buenas maneras siempre se puede encontrar una solución.

Gran Muralla Beijing¿Quién ha dicho que llegar a Beijing es fácil?

¿Quién ha dicho que llegar a Beijing es fácil?

El viaje aunque pesado transcurre sin problemas por un buen rato. De pronto, paran la minivan en un control policial. Primero hablan tranquilamente con el conductor, pero cuando se dan cuenta del cargamento (unos diez diablos blancos), lo hacen salir del coche y le empiezan a pedir papeles. No tengo ni idea cual es el problema pero imagino que no tiene licencia de transporte turístico.

Después de más de media hora me empiezo a intranquilizar, así que decido salir del vehículo para echarme un cigarrillo. En cuando los policías se dan cuenta que los malditos diablos blancos se están escapando, regresan corriendo y nos hacen entrar casi a patadas dentro del vehículo. Una hora más tarde de intensa discusión con los policías y quizás con algo de dinero por medio, la travesía se retoma. Todos respiramos tranquilos pensado que finalmente vamos a poder llegar a Beijing. Ha ha… ignorantes!! Esto es China y nunca es tan fácil como parece.

Una de las típicas tormentas estivales en el norte de China hace acto de presencia. Ahí pienso que nunca vamos a llegar a Beijing, las carreteras se vuelven ríos y el conductor con cara de asustado, claramente es incapaz de ver a más de dos metros de distancia. Sin embargo, no parece que tenga ninguna intención de parar.

Después de un par de horas esquivando milagrosamente a cientos de coches que se han quedado parados en medio de la carretera, la tormenta remete. Con más de cuatro horas de retraso y aparentemente intactos llegamos a Beijing, donde el conductor se pierde varias veces entre anillos y indicaciones confusas. Pero esa ya es otra historia ; )

Beijing

Han pasado ya cuatro años desde que pisé China por primera vez y me enamoré de esta ciudad vibrante que nunca deja de sorprenderte. En estos cuatro años los Juegos Olímpicos han cambiado completamente la fisionomía de la ciudad. De hecho al llegar a la zona de Qianmen donde se encuentra el Leo Hostel (el mismo que me hospedó la primera vez) me es difícil reconocer las calles que hace cuatro años me hicieron sentir como en casa.

¿Do u speak Chinglish?

Siempre me ha gustado viajar a países donde la gente en general tiene un nivel de inglés prácticamente inexistente. Es fascinante ver como en estas situaciones hacemos acopio de nuestro ingenio e imaginación consiguiendo al final entender y ser entendido.

He aquí un claro ejemplo…

Sobrevivir en China¿Quién ha dicho que la comunicación con los Chinos es un problema?

Pero no siempre se consigue tan fácilmente…

Exhaustos de la visita al templo del cielo, pensamos que no vendría mal un masaje. Como buenos turistas que somos decidimos tomar un par de triciclos de los que abundan en las inmediaciones de cualquier punto turístico en la ciudad (ver foto en bajo). Nos acercamos al conductor y comienza la función, hacemos como si estuviéramos haciendo un masaje a los hombros de alguien, en nuestra opinión algo fácil de entender. El conductor parece entenderlo enseguida así que habiendo pactado el precio no dirigimos al lugar.

Al detenerse el vehículo me doy cuenta que mi carrera de actor ha fracasado estrepitosamente incluso antes de empezar: enfrente nuestro una tienda de motocicletas eléctricas. No queda más remedio, tenemos que volver a hacer el show y esta vez con publico, ya que la gente aburrida del barrio se ha acercado a ver que hacen los diablos blancos. Agudizando nuestro ingenuo decidimos hacer la representación de a dos, uno masajeando los hombros al otro. Después de pensárselo bastante rato y consultar con el público el conductor parece haberlo entendido.

Triciclos Beijing ChinaYo quiero ser turista

Unos metros más allá nos detenemos en un local bastante cochambroso, en la puerta varias chichas esperan a los clientes. La primera impresión no es muy buena y empiezo pensar si el conductor nos habrá entendido mal otra vez. Sin embargo, hace un calor horrendo así que sin pensarlo mucho entramos.

Explorando el lado oscuro de China

Nos conducen en habitaciones separadas y empieza el masaje. Lo primero que me doy cuenta es que no parece un masaje muy profesional, la chica parece más interesada en tocar el extraño pelo de un extranjero que de hacer un masaje.

De repente… se oye un grito, risas… aparece otra de las chicas, hablan algo y las dos se van corriendo, más risas… vuelve. Parece impresionada con algo relacionado con el pecho que no consigo entender mucho.

Prosigue el masaje y de repente me hace quitar la camiseta. En ese momento lo entiendo. Todo el ajetreo anterior no ha sido otra cosa que la consecuencia de ver el abundante bello corporal de uno de mis amigos. Parece que hoy somos la atracción del local y lo peor de todo es que hemos pagado por ello.

Opera BeijingOpera de Beijing

El masaje prosigue y se va volviendo más y más extraño. En primer lugar porque es directamente sobre la piel y por lo que se en china normalmente es sobre ropa. Luego empieza a masajear lugares poco usuales, como cerca los pezones o en las ingles.

Al ver que no me siento muy cómodo con eso, decide cambiar de estrategia y empieza a jugar con las partes extrañas de mi fisionomía: las largas pestañas, mis ojos no rasgados, el pelo fino o el bello de pecho y brazos. Después de divertirse un buen rato examinando al extraño ser que tiene delante, con la excusa de hacer un masaje, el tiempo se agota. Me encuentro con mis amigos y casi al unisono decimos: Muy extraño!

Hablamos un rato entre nosotros y llegamos a la conclusión de que probablemente nos han llevado a uno de los famosos locales de masajes con final feliz. Entonces me alegro al pensar que pese haber recibido un masaje de mierda al menos hoy, hayamos conseguido entretener y cambiar la rutina de unas de las más que abundantes trabajadoras del sexo en China.

Eso es todo amigos

La semana en Beijing trascurre rápidamente y es la guinda a un viaje inolvidable entre buena comida, cerveza fría y cómo no buena compañía…

Hacer Amigos China

Un año más tarde volveré a Beijing. Esta vez para quedarme…

Muchas de las fotos del los tres artículos son de mis tres compañeros de viaje, gracias por compartirlas conmigo!

8 comentarios en “Mi viaje en Transiberiano: Rusia, Mongolia y China”

  1. En cuanto a una de las principales paradas del Transiberiano, comentarte que se escribe IRKUTSK, no «Irkutz».

    Un saludo

  2. Creo que ha sido una experiencia única e irrepetible. No te la olvidarás jamás. Yo no sé si me animaría hacer un viaje así jajajaja
    PD. Qué horror lo del baño en Mongolia

    1. Todo el mundo puede hacerlo si uno se atreve a olvidar los conforts de la vida diaria.
      Bueno, cuando estás en medio de la nada, siempre puedes ir detrás de una loma y evitar una letrina olorosa. ; )
      Saludos

  3. Hola, es muy complicado ir en enero? Quiero ver el lago Baikal congelado. Otra idea es llegar a Vladivostoc. Dobe cambio el recorrido?

    1. Es posible ir en enero si no te asustan las temperaturas bajo cero (ten en cuenta que no podrás estar mucho rato en el exterior) y la pocas horas de luz. Además debes contar con que los trenes pueden sufrir retrasos por las condiciones climáticas

  4. Hola Sborto!
    A pesar de que te definas a ti mismo como un científico loco, después de leer tus posts acerca de tu viaje en el transiberiano creo que podrías ayudarme a responderme a algunas dudas que tengo..
    Te pongo en situación: estoy con una amiga en un bar, tomándonos una jarra de cerveza e intentando planificar un transiberiano para este verano.
    La primera duda que nos surje es cuánto nos va a costar esto. No he encontrado ninguna información tuya de cuánto te costó. Entiendo que el presupuesto es variable, pero si nos pudieras dar una idea nos vendría genial.
    La segunda es cuántas y qué paradas recomiendas hacer, disponiendo de unos 20 días.
    Estas son las preguntas iniciales y más importantes, aunque tenemos más… Pero no te quiero agobiar en mi primera toma de contacto.
    Gracias por todo!

    1. Hola Marina, intentaré responderte tus dudas. Yo viaje 23 días y hice paradas en Moscú, Irkutz, Ulan Bator y Pekín.
      Respecto a los precios todo es muy variable según la época del año y el tipo de cambio que tengas en ese momento y que quieras hacer. Los billetes de tren juntos me salió un poco más de 400 euros (pero depende mucho de la clase de tren que tomes, yo tomé segunda clase y tren semi rápido), un tour de 3 días en Mongolia me salio unos 100-150 euros (eramos 4, si soy dos espérate al menos 200 euros), luego vienen los otros gastos que pueden ser muy variables pero (si piensas en 30 euros diarios) 20 días son 600 euros. Todo junto unos 1200 euros sin contar billetes de avión internacionales y visados (unos 100 euros).
      Sin contar los billetes internacionales yo pondría que el mínimo serían unos 800 euros y lo normal son unos 1300-1500 euros dependiendo del tiempo que pases en Rusia (el país más caro), si te gustan ir a buenos hoteles, comer en buenos restaurantes etc no esperes nada menos de 2000 euros.
      Espero que la info te sea útil. pregúntame lo que quieras y disfruta de tu cerveza.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Consigue 3 Meses GRATIS con EXPRESS VPN

+ La mejor VPN para China
+ Garantía de 30 días
+ Servicio de asistencia al cliente 24/7
+ 3 meses gratuitos en el plan anual

Scroll al inicio