Viaje a Siem Reap: Visita al complejo de Angkor

Viaje a Siem Reap

Siem Reap es una pequeña ciudad de poco menos de 200.000 habitantes, situada en el noroeste de Camboya. Es también la segunda ciudad más conocida en el país, después de la capital Phnom Penh.

Es famosa por su complejo de templos que a menudo recibe de forma errónea el nombre de Angkor Wat (que, como veremos más adelante, es en realidad el nombre de uno de los templos que forman parte del yacimiento arqueológico de Angkor).

El centro de la ciudad de Siem Reap lo atraviesa a lo largo de más de 80 kilómetros el río del mismo nombre, que nace en el parque nacional de Phnom Kulen.

Aunque no es la capital y ni siquiera la ciudad más grande de la nación, Siem Reap es la ciudad más visitada de Camboya, sobre todo gracias a los templos de Angkor. En 1992 la UNESCO declaró las ruinas arqueológicas de Angkor Patrimonio de la Humanidad, añadiéndola a la lista para convertirse en una de las siete maravillas del mundo.

El mejor momento para visitar Siem Reap y Camboya en general es de octubre a marzo. Durante el resto del año, todo el sudeste asiático se ve afectado por las persistentes lluvias del monzón, dificultando la vida de los turistas, especialmente en las ciudades menos desarrolladas como Siem Reap, donde no hay calles asfaltadas ni desagües.

Los documentos que necesitarás para entrar en Camboya son un pasaporte con validez de al menos seis meses y el visado de residencia, que puede ser de turista o comercial.

Hay dos maneras de obtener un visado de turista: la primera es el visado “on arrival”, que puede obtenerse en todas las aduanas del país, incluidos los aeropuertos. La segunda es obtenerlo directamente en una de las embajadas de Camboya en todo el mundo.

Mi consejo, si te alojas en Tailandia, es ir en persona a la Embajada de Camboya en Bangkok, donde podrás obtener el visado en pocos días, evitando así perder tiempo en la aduana al llegar a Camboya (sobre todo si llegas en autobús o en tren).

Algunas cosas importantes a tener en cuenta antes de partir:

  • Las leyes de Camboya requieren que cualquiera que entre al país con un visado de turista permanezca al menos una noche;
  • A pesar de que Camboya tiene una moneda oficial (el Riel), en restaurantes, bares, hoteles, y también en Angkor, se te pedirá que pagues en dólares estadounidenses. Puedes cambiar dinero fácilmente en cualquier banco en la ciudad o sacarlo de los cajeros automáticos. Sin embargo, no recomendamos esta última opción, porque, al igual que en Laos, también en Camboya hay muchos fraudes a los turistas clonando tarjetas de crédito.

Cómo llegar a Siem Reap

A pesar de que Siem Reap es una ciudad en constante evolución (me atrevería a decir que es la que tiene la tasa más alta de urbanización en Camboya, tal vez solo superada por Phnom Penh) y el aeropuerto se encuentra a pocos kilómetros del centro de la ciudad, no tiene la infraestructura necesaria para vuelos de larga distancia, como puede ser por ejemplo un vuelo desde Europa.

Desde Tailandia

En avión

Llegar a Siem Reap de Tailandia (sin escalas) solo es posible desde Bangkok. Hay diversas compañías que ofrecen esta ruta. Entre las de bajo coste destaca AirAsia, mientras que desde el Aeropuerto central de Bangkok (Suvarnabhumi) están Thai Airways y Cambodia Angkor Air.

El precio de un billete de ida y vuelta con una compañía de bajo coste parte de 120 USD, mientras que si optas por Thai Airways, parte de 250 USD. Tanto AirAsia como Thai Airways ofrecen dos vuelos diarios desde y hacia Siem Reap.

En autobús

La distancia entre Bangkok y Siem Reap es de 360 km. Por tanto, el autobús es otro medio de transporte alternativo.

Realicé este tipo de viaje a finales de noviembre de 2016, por lo que puedo describirlo en detalle.

El autobús que va directamente a Siem Reap sale de la estación de autobuses de Mo Chit (al norte de Bangkok), a la que se llega tomando el Skytrain y bajando en la estación del mismo nombre, en autobús lanzadera o en taxi.

El precio del billete es de unos 800 THB por persona (disponible en 12go.asia) y el autobús cuenta con servicio y aire acondicionado. También te ofrecerán una botella de agua y una comida caliente (arroz con verduras) poco antes de llegar a la frontera con Camboya.

Si prefieres comprar el billete en persona, debes ir a la ventanilla de la estación de Mo Chit unos días antes de la salida para reservar los billetes, ya que la ruta Bangkok-Siem Reap es muy popular.

Solo hay dos autobuses al día que van a Siem Reap, el primero sale a las 8:00 y el segundo a las 9:00. Ambos tardan unas nueve horas en llegar a la ciudad.

Cuando subas al autobús en Bangkok y deposites tu equipaje en el maletero más grande (recuerda llevar siempre contigo todos tus objetos de valor e incluso un jersey de manga larga, pues el aire acondicionado de los autobuses supera al frío polar), podrás relajarte hasta llegar a la frontera.

Una vez estés en la frontera de Poipet, el autobús se detendrá en la aduana tailandesa. El edificio de inmigración tiene varias plantas, tendrás que seguir las indicaciones y subir a la segunda.
Tendrás que hacer una cola para que los oficiales tailandeses tras revisar tu pasaporte y visado y hacerte una foto, te pidan el formulario de salida (esa hoja de papel que tienes que rellenar antes de entrar en Tailandia y que suelen darte en el avión) y te sellen el visado de salida.

Ahora podrás regresar de nuevo a la planta baja e ir andando a la aduana de Camboya. Una vez más, sigue las indicaciones o a la masa, ya que la situación será bastante espartana: una calle sin asfaltar atravesada por cualquier medio de transporte imaginable.

A la derecha verás una casa con la palabra «visa», que es la oficina de inmigración de Camboya. Entra al edificio y toma uno de los formularios que te ofrecerá un empleado, en el que tendrás que escribir la información habitual: nombre completo, número de pasaporte, en qué hotel te alojas y por qué quieres entrar en Camboya.

Una vez rellenado, tendrás que adjuntar una fotografía de pasaporte y entregar el documento y el formulario. A continuación, se te pedirá que pagues 1000 THB o 30 USD por el visado, hasta aquí nada raro. Pero cuando el oficial te llame para entregarte el pasaporte con el visado de Camboya, te pedirá que pagues 100 THB como «gasto de gestión.»

Este gasto adicional no se menciona en ninguna parte, y de hecho si investigas un poco por Internet, verás que se trata de una táctica para obtener dinero bajo cuerda de los turistas. Aunque pidas explicaciones o reiteres que no está escrito en ninguna parte que tengas que pagar esos 100 THB, seguirán insistiendo y solo entonces te devolverán el pasaporte.

Cuando recuperes el pasaporte, sal de la oficina, camina en línea recta a la derecha hasta el aparcamiento donde te esperará el autobús con el que llegaste a la frontera con Tailandia.

Ahora verás otra caseta hecha de láminas de metal donde tendrás que entrar y hacer una cola para que te tomen las huellas digitales de los diez dedos y comprueben tu visado de Camboya. A algunas personas, en su mayoría ciudadanos de la India, se les pide que paguen 10 USD (siempre bajo cuerda) antes de devolverles el pasaporte.

Puedes volver al autobús, que partirá en cuanto todos los pasajeros obtengan el visado. Desde la frontera hasta Siem Reap hay aproximadamente una hora.

El autobús se detendrá en una agencia de viajes que te ofrecerá un tuk-tuk (además de intentar venderte toda clase de excursiones) que te llevará directamente al hotel. Este desplazamiento desde la agencia al hotel es gratuito, pero el conductor del tuk-tuk no dejará de preguntarte durante todo el trayecto qué harás en los próximos días y te ofrecerá gran cantidad de excursiones, sobre todo a las ruinas de Angkor.

La vuelta es un poco más difícil (a menos que hayas adquirido un billete de ida y vuelta antes de partir).

En todos los hoteles y hostales se encuentran billetes para volver a Bangkok por solo 10 USD y cuando se pide información del viaje, te dicen que se trata de un viaje directo a Bangkok, en autobús y no en minibús y con almuerzo incluido. Por desgracia, es todo mentira.

La mañana de la partida vendrá un tuk-tuk a recogerte para llevarte a la calle principal de Siem Reap. El autobús que te está esperando será probablemente viejo, con asientos rotos y sin aire acondicionado.

Se detendrá en casi cualquier lugar, para que suba el camboyano de turno que viaja a una población cercana, además de pararse en todas y cada una de las estaciones de servicio, donde te presionarán para que compres comida y cigarrillos a cambio de usar los aseos de forma gratuita.

La traca final será parar en una vieja estación de autobuses (muy cerca de la frontera con Tailandia) donde se te ofrecerá comprar el almuerzo. En el autobús en el que viajé nadie compró comida y estaban visiblemente molestos por parar cada dos por tres. Moraleja de la historia: un viaje cuya ida duró una hora, tarda cinco horas en la vuelta.

Si tienes «suerte» como yo, el autobús reiniciará la marcha 10 minutos después y llegará a la frontera por la tarde. Llegados a este punto, tendrás que seguir los mismos pasos que a la ida: volverán a tomarte las huellas dactilares, te estamparán un sello de salida del país y tendrás que hacerte el visado de entrada para Tailandia si no lo has hecho ya.

Presta mucha atención a una cosa: cuando bajes del autobús en la frontera con Camboya, te darán una pegatina de color para pegar en tu camisa o mochila. Cuando pases por todos los procedimientos de las distintas oficinas de inmigración y cruces a Tailandia, habrá una persona que trabaja para la empresa de transporte con una pegatina del mismo color. Tendrás que recurrir a ella para encontrar el autobús que te llevará a Bangkok, que por cierto, no es un autobús, sino un minibús.

Un chico que estaba en mi mismo autobús desde Siem Reap no se dio cuenta de que estaban repartiendo pegatinas y cuando llegó a la frontera de Tailandia, no lo dejaban subir al minibús a Bangkok (a pesar de tener el billete de autobús como prueba). Una escena surrealista, pero, por desgracia, nada extraña en Tailandia.

En tren

Desde la estación de Hualamphong de Bangkok parte un solo tren al día hacia Camboya. Los billetes cuestan 52 THB y se pueden adquirir online en 12go.asia, o yendo directamente a una de las ventanillas de la estación de trenes. Si decides elegir la segunda opción, recuerda llevar contigo el pasaporte porque tus datos se añadirán al billete de tren que compres.

El tren que has de tomar no se dirige a Siem Reap, sino a Aranyaprathet (una pequeña ciudad situada 255 km de Bangkok). El único tren que hace este recorrido es uno de tercera, sin aire acondicionado y con bancos de madera. El viaje dura aproximadamente 5 horas, con salida a las 05:55 y llegada a las 11:35.

En realidad, hay otro tren desde Bangkok que se dirige a la frontera; el problema es que parte desde la capital tailandesa a las 17:35 y llega a las 22:00 a Aranyaprathet. Como la frontera entre Tailandia y Camboya está abierta de 7:00 a 20:00, tendrás que hacer noche en Poipet, nada recomendable porque aparte de casinos, no hay nada que hacer.

Una vez en Aranyaprathet, tendrás que tomar un autobús o un taxi para llegar a la aduana de Poipet y seguir los mismos pasos que si hubieras ido en autobús desde Bangkok, con la diferencia de que tendrás que tomar otro taxi desde Poipet a Siem Reap.

Aranyaprathet y Poipet están a solo 6 km, y una vez fuera del tren encontrarás muchos tuk-tuk listos para llevar a los turistas a la frontera. El precio por lo general oscila entre 80 y 100 THB, dependiendo de tus habilidades para regatear. Ten cuidado de no dejarte engañar por los conductores de tuk-tuk, que tratarán de llevarte a alguna agencia local, donde te harán el visado de Camboya a un precio mucho mayor de 1.000 THB.

Desde China

Si te encuentras en China, tu única opción para llegar a Siem Reap es el avión. Al no hacer frontera con Camboya, no hay autobuses entre los dos países, probablemente a causa de las interminables horas de viaje, incluso días, que se tardaría.

Las compañías aéreas conectan Siem Reap a ciudades chinas como Haikou, Shanghai, Kunming, Guangzhou y, desde marzo de 2017, también Shenzhen.

Dónde alojarse en Siem Reap

La ciudad de Siem Reap tiene unos 700 hoteles, hostales y albergues. Mi consejo es reservar habitación en el centro, para que por las noches puedas desplazarte con libertad a pie, sin tener que depender demasiado del tuk-tuk.

Las calles del centro están llenas de bares, restaurantes y tiendas, que también venden artesanía producida por organizaciones no gubernamentales locales que devuelven el dinero a los más necesitados.

Lo que más me sorprende (o puede que haya mejorado mi habilidad después de tantos años en Bangkok) es el amplio margen con el que se pueden regatear los precios, especialmente en lugares como el mercado nocturno.

A diferencia de Tailandia, donde los precios son cada vez mayores y los comerciantes no son muy dados al regateo, en Camboya puedes regatear el precio y obtener un descuento del 70% u 80% del precio inicial.

Una bonita casa de huéspedes a pocos pasos de la calle principal es Golden Papaya. Reserva una habitación con aire acondicionado, pues la humedad en la ciudad alcanza hasta más del 90% y dormir puede resultar difícil, sobre todo durante la temporada de lluvias, de abril a finales de octubre.

Dónde comer en Siem Reap

La ciudad ofrece una amplia variedad gastronómica. La calle principal del centro, que también es la más animada durante la noche y donde podrás encontrar tuk-tuk para ir a visitar Angkor, está llena de todo tipo de restaurantes, incluyendo un buen buffet camboyano de pescado situado al final de la calle a la izquierda.

Un gran restaurante con precios muy bajos es el Dakshin’s. Sirve comida india y hay que reservar para cenar, pues tiene pocas mesas y es un restaurante muy popular.

Si quieres comer una buena pizza, recomiendo Il Forno. El restaurante está situado en el centro, en un pequeño mercado cubierto. Una vez más, es mejor reservar, ya que los asientos son limitados y es un restaurante particularmente apreciado tanto por lugareños como por extranjeros residentes en Siem Reap.

Los templos de Angkor

Un poco de historia

He dejado esta sección para el final porque es la que merece más espacio.

La mayoría de los turistas vienen a Siem Reap para visitar el yacimiento arqueológico de Angkor, y en particular su edificio más famoso: Angkor Wat.

Considerado como uno de los yacimientos arqueológicos más importantes del sudeste asiático (y sin duda uno de los más fascinantes junto al valle encantado de Bagan, en Myanmar), Angkor se extiende más de 400 kilómetros cuadrados, entre zonas montañosas, llanuras, bosques e incluso un lago.

Su importancia a nivel mundial, tanta como para ser considerada patrimonio de la humanidad en los años 90, radica en que el parque arqueológico contiene edificios y templos jemer que datan del período comprendido entre el 800 y el 1400.

Los tres edificios más importantes e impresionantes son Angkor Wat, Angkor Thom y el Templo Bayon. Este último también fue escenario de la película «Lara Croft: Tomb Raider», con Angelina Jolie.

Durante cientos de años Angkor fue el centro del imperio jemer: un poderoso reino que existió entre los siglos IX y XV, que conquistó los territorios que hoy corresponden a Camboya, Tailandia (un ejemplo de arquitectura jemer es el templo de Wat Arun en Bangkok), Laos y Vietnam.

La importancia de la antigua ciudad de Angkor y el Imperio Jemer en general, viene dada por el extraordinario desarrollo tecnológico que vivió. Un ejemplo es el avanzado sistema de riego, visible a lo largo de los caminos que conducen de un templo a otro.

Angkor Wat, Angkor Thom y Bayon

Los templos y edificios arqueológicos para visitar en Angkor son muchos y todos llenos de belleza y encanto. Para describirlos todos, haría falta un libro. Por tanto, me limitaré a describir las cuatro más importantes:

Angkor Wat es el templo por excelencia, adoptado por el gobierno de Camboya como símbolo de la bandera nacional. Angkor Wat es el único templo budista en el parque que nunca se ha abandonado. De hecho, tras ser el eje de la construcción del imperio jemer, se convirtió en monasterio budista en el 1.500.

Angkor Wat está rodeado por un muro, a su vez rodeado por un foso. Todo el edificio se consideró el hogar de los dioses. Más específicamente, Angkor Wat es una representación del monte Meru, donde la nobleza vivía en las zonas más altas, mientras que las clases más bajas lo hacían en las zonas de la planta baja.

La torre más alta del total de cinco que componen el templo está abierta en la actualidad a los turistas. Mide 65 metros y, al igual que el resto del templo, está orientada al oeste (a diferencia de la mayoría de los templos, que están orientados hacia el este).

Para visitarlo en su totalidad, necesitarás varias horas pues su extensión es de 820.000 metros cuadrados. Además, tanto el interior como el exterior ofrecen espléndidas vistas, especialmente cerca del pequeño estanque situado a la entrada del templo, donde se pueden ver muchas flores de loto.

Otra maravilla arquitectónica es Angkor Thom. Su nombre significa «gran ciudad», y fue construido a finales de 1100 por el rey Jayavarman VII del imperio jemer.

Todo el monumento era una auténtica ciudad real y el rey Jayavarnman, para protegerla, decidió construir alrededor altos muros de 10 metros, que forman un cuadrado de 3 km por lado.

Dentro del perímetro de 9 kilómetros cuadrados de Angkor Thom se encuentra el templo Bayon, una antiquísima construcción jemer famosa en todo el mundo debido a su gran número de caras (216) de Avalokiteshvara talladas en piedra que parecen observarte desde cualquier ángulo con su sonrisa enigmática.

Tras la caída del imperio y los diversos saqueos por parte de tailandeses y birmanos, la ciudad de Angkor y sus templos fueron abandonados a su suerte, por lo que ha crecido vegetación dentro de las ruinas. Un claro ejemplo de lo que la naturaleza es capaz de hacer es el templo Tha Prom.

Tha Prom fue construido al estilo de Bayon y en su interior se pueden encontrar inmensos árboles de algodón. Al igual que Bayon, este templo también apareció en la película Tomb Raider, aunque no es el original, sino una réplica construida solo para el rodaje.

En su interior se calcula que hay más de 600 habitaciones, y pudo albergar a una población de 70.000 personas. En la época del imperio jemer en Tha Prom vivieron frailes y monjes que controlaban la producción de joyas y oro.

Tha Prom, al igual que Angkor Thom fue la última capital antes de la caída del reino jemer en el siglo XIII. El yacimiento arqueológico de Angkor fue descubierto en 1860 por el francés Henri Mouhot y enseguida se llevaron a cabo las labores de restauración por la EFEO.

Cómo visitar el parque

La mejor manera de llegar a Angkor desde el centro de Siem Reap es tomar un tuk-tuk. El parque es enorme y hace mucho calor, por lo que a menos que tengas pensado visitarlo en una semana y alquilar una bicicleta o moto eléctrica, te aconsejo un tuk-tuk.

Se pueden encontrar casi en todas partes, sobre todo en las calles del centro, donde hay tiendas y restaurantes. El precio que piden es de unos 14 USD por tuk-tuk, y aunque se puede elegir el tiempo y el recorrido, el tuk-tuk estará contigo en Angkor, acompañándote de un monumento a otro durante unas 5-6 horas.

Cómo entrar

Cada mañana, al amanecer, miles de turistas van a Angkor a ver amanecer detrás de las ruinas de Angkor Wat. En mi opinión, es la excursión más clásica (y frecuentada). Si quieres ver amanecer desde otra parte del parque menos abarrotada y con más encanto, ve al lago Srah Srang.

Muchos tuk-tuk piden un precio superior por ir a ver amanecer o atardecer sobre las 17:00. Lo que sugiero es «alquilar» el mismo tuk-tuk cada día que vayas a visitar Angkor para tener más margen a la hora de negociar el precio y crear un vínculo con tu «chofer» que muy a menudo (como me pasó a mí) sabe más que muchos guías.

Una vez decidas cómo llegar y estés a la entrada del parque, tendrás que comprar un billete. Los precios hasta finales de 2016 eran de 20 USD por un día, 40 USD por tres días y 60 USD por 7 días. Los días no tienen que ser consecutivos, porque cada vez que entras al parque se sella el billete según el número de veces que hayas entrado. Las entradas de 3 días han de usarse durante una misma semana, mientras que para la de 7 días, dispones del mes completo.

De 2017 en adelante, sin embargo, los precios han aumentado: 37 USD por 1 día, 62 por 3 días y 72 por 7 días. El horario de apertura se ha mantenido sin cambios:

  • 5:00-17:30 para los templos donde se ve amanecer y atardecer (Angkor Wat y el lago Srah Srang);
  • 5:00-19:00 para Phnom Bakheng y Pre Rup;
  • El resto de los templos abren de 7:30 a 17:30 horas, excepto Phnom Kulen y Beng Mealea, cuya visita requiere la compra de un billete extra.

Una vez dentro, tendrás que hacer cola para comprar el billete en efectivo, pues no hay posibilidad de pagar con tarjeta de crédito. Sin embargo, puedes sacar dólares en un cajero automático situado cerca de la entrada.

En taquilla te preguntarán tu nombre y también te harán una fotografía digital con una cámara de vídeo de las que se usan con ordenadores de sobremesa. Así, el billete que te den será de uso exclusivo y cada vez que entres al parque, lo comprobarán los encargados.

Dos cosas importantes:

  • Si pierdes tu pase, te pedirán 100 USD por hacerlo de nuevo, 200 para el billete de 3 días y 300 para el de una semana;
  • Al ser Angkor un lugar religioso, recuerda que debes cubrirte los hombros y las piernas o podrían negarte el acceso.

Una curiosidad

Desde noviembre de 2016, la Angkor Enterprise dijo que donará por cada billete comprado 2 USD al hospital pediátrico Kantha Bopha, fundado por el Dr. Beat Richner. Este médico suizo ha sido responsable de la construcción de cinco hospitales infantiles en toda Camboya que tratan en la actualidad a más del 85% de los niños camboyanos.

Solo en el mes de diciembre de 2016, en Angkor se vendieron 249.482 entradas, por cada una de las cuales se han donado 2 USD. Por tanto, la cifra donada a caridad asciende a casi medio millón de dólares.

Photo Credits: Creative Commons License Cambodia – Angkor Wat – sunset by Harshil Shah

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