Un proyecto para revitalizar la economía del norte de China
El impresionante crecimiento económico de China en los últimos 30 años ha sido impulsado en gran medida por el desarrollo de dos grandes conglomerados urbanos: el delta del río Yangtsé (DFA) en torno a Shanghai y Nanjing en la China central, y el delta del río de las Perlas (DFP) en torno a Guangzhou y Shenzhen, al sur del país.
Estas dos realidades urbanas, constituidas por una o dos metrópolis rodeadas de ciudades satélites, producen juntas el 25% del PIB del país. Además, en las últimas décadas, estas dos zonas se han convertido en los mayores bancos de pruebas del mundo para el estudio de la creación de riqueza a través de la urbanización.
En ambas zonas, los límites y las diferencias entre las realidades urbanas son muy leves y la riqueza está dividida de forma más equitativa. El secreto del éxito de estas dos áreas es la fusión de una serie de pequeñas empresas en torno a algunos centros de negocios y el uso de las ventajas comparativas de cada una de estas ciudades para forjar un sólido centro financiero y manufacturero.
Mientras tanto, Beijing, siendo la única ciudad de primer nivel al norte de China, ha tratado de emular el éxito obtenido por estas dos zonas al centro y sur de China. [Leer más…]