Situada en la parte sudeste de China, la provincia de Guizhou se desarrolla entre arrozales, suaves colinas llenas de terrazas, pueblos que surgen de la niebla y los cantos y colores de las minorías que pueblan la región.
Aunque la provincia se considera una de las más pobres de China, tanto por el producto interior bruto per cápita como por las condiciones de los numerosos pueblos rurales que la componen, es sin embargo una fuente de orgullo para los chinos. De hecho, si las 55 minorías étnicas que viven en el país son consideradas un recurso importante por el pueblo chino y el gobierno debido a sus costumbres y tradiciones, en Guizhou viven hasta 18 minorías étnicas, por lo que se cuenta entre las provincias con mayor número.
Otro motivo de orgullo para la provincia son las cascadas de Huangguoshu. Además de ser las más grandes de toda Asia, se dice que de una roca de las cataratas nació Sun Wukong, símbolo de la literatura clásica china y protagonista de la ópera tradicional.
Por qué ir a Guizhou
Lo que le falta a la provincia de Guizhou es una metrópolis grande y moderna, pues la capital, Guiyang, no es un destino turístico ni una metrópolis. Así que si decides viajar a la provincia es para sumergirte en la naturaleza.
Déjate cautivar por los espectaculares pueblos pequeños y el atractivo paisaje de la parte oriental de la provincia. Es una de las razones por las que te aconsejo que viajes a Guizhou, pues descubrir las sonrisas y las cantos de las diferentes minorías harán que tu viaje sea más agradable.
No te pierdas la parte histórica y la antigua ciudad de Qingyan. El puesto militar de la era Ming no te decepcionará.